miércoles, 20 de abril de 2016

El verdadero amor


Cumandá

Cumandá es una bella joven que vive en la selva peruano-amazónica con su familia indígena.   Su belleza es tal, que se la distingue y premia al seleccionarla como la nueva esposa del cacique de los Paloras.  Cumandá, sin embargo, ha conocido y se ha enamorado de Carlos Orozco, un joven blanco, con quien secretamente planea casarse.  Tanto Cumandá como Carlos crean distancia cultural entre la joven y su familia y tribu, destacando las diferencias existentes.  Cuando Tongana, el padre de Cumandá, descubre los planes de su hija, hace todo lo posible por impedirlo (con amenazas y golpes).   El casamiento de Cumandá con el cacique será parte de una importante celebración: el curaca debe reafirmar su poderío, lo que logra venciendo al cacique retador, y se hace merecedor de los brazaletes de piel de culebra, que entrega a Cumandá en señal de afecto.  Carlos, que ha seguido a la tribu a la espesura de la selva, intenta frustradamente rescatar a Cumandá; solo logra caer prisionero.
Cumandá se ofrece como prenda de rescate: si la tribu libera a Carlos, ella aceptará convertirse en esposa del viejo curaca.  El cacique, viendo que de otra manera perderá a Cumandá, quien ha amenazado suicidarse si su propuesta es rechazada, acepta.  Se libera a Carlos, quien parte raudamente a la misión de Andoas, donde su padre, don Domingo es sacerdote.  Mientras tanto, en la selva, se comienzan los preparativos para la boda de Cumandá.
Cuando Carlos llega a Andoas, el padre Domingo escucha su relato y decide ayudarlo: la joven de quien se ha enamorado su hijo, a pesar de ser “indígena” es cristiana y por su comportamiento se ha hecho merecedora de la compasión.  Mientras el padre Domingo y Carlos preparan un ataque para rescatar a la joven, en la selva ha habido una pequeña revuelta, el curaca ha muerto, Cumandá ha sido inculpada y ha escapado hacia Andoas en busca de Carlos.  La cacería humana que le sigue es dirigida por el propio Tongana.  Cumandá llega a Andoas poco antes que Tongana y los demás perseguidores.
En la aldea, poco antes de expirar la muchacha, se descubre su verdadero origen.  Cumandá no es otra que Julia, hija de don Domingo y hermana de Carlos.  Muchos años antes, cuando el “padre Domingo” era don José Domingo de Orozco, un poderoso propietario, con familia y tierras e indios a su servicio, había habido un alzamiento indio que había arrasado con la familia.  Carlos, quien estudiaba en la ciudad, se había salvado.  Don Domingo, habiendo perdido a sus seres amados, había tomado los hábitos y cambiado su conducta anterior para intentar cristianizar a los indios.  Julia, en ese entonces bebé, había sido protegida por la aya india, y junto con Tongana, su esposo, la habían criado como suya.  Tanto Tongana como Cumandá mueren, ambos a sabiendas de la verdad, y con la bendición cristiana.   Solamente la satisfacción de haber encontrado a su hermana a quien creía muerta, y la tranquilidad de no haber cometido incesto (al no haber consumado su amor), le da a Carlos una medida de tranquilidad.
CUMANDA CLASICOS SIEMP 14

lunes, 18 de abril de 2016

Fenómeno natural

Fenómeno natural

El concepto de fenómeno natural se refiere a un cambio que se produce en la naturaleza. A veces se forman daños que suceden cuando se ha realizado una ocupación inadecuada del territorio. Son procesos permanentes de movimientos y de transformaciones que sufre la naturaleza. Estos pueden influir en la vida humana (epidemias, condiciones climáticas, desastres naturales, etc).
En el lenguaje informal, fenómeno natural aparece casi como sinónimo de acontecimiento inusual, sorprendente o bajo la desastrosa perspectiva humana. Sin embargo, la formación de una gota de lluvia es un fenómeno natural de la misma manera que un huracán. Esta expresión también se refiere, en general, a los peligrosos fenómenos naturales también llamados "desastres naturales". La lluvia, por ejemplo, no es en sí un "desastre", pero puede ser así dependiendo de la perspectiva humana, si ciertas condiciones se reúnen. La mala planificación urbana, con la construcción de estructuras en lugares vulnerables a inundaciones u otras personas puede causar efectos desastrosos para el medio ambiente y los seres humanos.
Cabe señalar que las acciones humanas (un automóvil en movimiento, por ejemplo) siempre están sujetas a leyes naturales, sin embargo, no se consideran en este sentido, los fenómenos naturales, ya que dependen de la voluntad de los humanos. No es provocado por el hombre